PASTEL DE CARNE

Esta es la primera receta de una nueva sección que voy a llamar: Cocina de restos.

En mi casa no se tira nada... NADA!!!

Pues eso, que después de esta declaración de intenciones paso a contaros como surgió este PASTEL DE CARNE.

Hace unos días Carlos me pidió para el domingo unos canelones. En mi casa siempre se hacen de atún, pero esta vez, en un pronto que le dio mientras hacíamos la compra en Mercadona (Viva Mercadona!!!), decidió que esta vez los quería de carne.

Bueno, pues como estaréis empezando a sospechar, este pastel surge de lo que nos sobró del relleno. Al tratarse de unas sobras, no puedo decir de manera exacta las cantidades, pero sospecho que se aproxima a esto:

INGREDIENTES

• 350 gr de carne de ternera picada
• 200 gr de salsa de tomate
• 100 gr de robellón o cualquier seta
• Sal
• Pimienta
• Puré de patata* (Copos de patata, leche, agua, margarina y sal)
• Parmesano rallado

* Esto si que no se la cantidad... Yo compré una caja de puré en copos, y seguí las instrucciones para hacer dos raciones.

PROCESO:

Antes de seguir, un comentario: Seguramente echareis en falta entre los ingredientes un poquito de cebolla. Pues bien, los que me conocéis ya lo sabéis, y los que no os enteráis ahora... NO COMO CEBOLLA. Y por eso no la uso en mis recetas (salvo rarísimas excepciones como la salsa de las albóndigas o los calamares en su tinta). Si tengo puerros en casa, los uso como sustitutivo, si no, pues nada... sin cebolla y tan ricamente.

Lo que quiero decir es que si a vosotros os gusta, no dudéis en incluirla. Se pica la cebolla y se sofríe hasta que quede blanda y después se añade la carne. Pero mi receta comienza aquí:

Precalentamos el horno a 200ºC.

En una sartén se echa un chorro de aceite, cuando esté caliente echamos los robellones troceados. No tardan mucho en hacerse. Cuando estén blandos añadimos la carne picada.

Con una cuchara de palo la vamos desmenuzando. Cuando veamos que está hecha salpimentamos y añadimos la salsa de tomate. Si ha soltado mucha agua la retiramos antes de añadir la salsa de tomate.

Para que no quede muy seca, no dejéis que la carne se haga del todo. En cualquier caso luego va al horno y termina de hacerse.

Retiramos la carne de la sartén y la colocamos sobre un colador para que escurra por unos minutos, después ponemos la carne en una bandeja de horno y reservamos.

Hacemos el puré de patata siguiendo las instrucciones de la caja. Una ración como para dos personas. Que no quede muy líquido, pero tampoco muy espeso. Tened en cuenta que después de que dejamos de echar los polvos de patata aún espesa más. Es decir, si empezáis a echar copos hasta que quede espeso, dentro de 10 min podréis alicatar paredes con el puré.

Una vez tenemos el puré, se pone encima de la carne que habíamos reservado. Para que quedara más bonito, yo lo hice con la manga pastelera pero eso ya forma parte de la estética. Si no tenéis o no os apetece usarla... con una espátula o simplemente una cuchara lo extendéis por encima.

Espolvoreáis el parmesano rallado, ponéis el horno (que ya está caliente) en modo grill. De esta forma, con el calor que mantiene el horno, el pastel terminará de hacerse y se mantendrá caliente y con el grill tostáis el queso.

Pasados 10 min o cuando veáis que el queso empieza a dorarse, lo retiráis del horno y listo.

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