Hemos vuelto!!! Por fin!!! Desde agosto no nos veíamos las caras...
Lo primero pedir perdón por tan larga ausencia. Han sido unos meses muy intensos... Una boda, una mudanza, el viaje de novios, el trabajo... sí, lo sé, nada que no hagan el resto de bloggers y ahí siguen dando el callo, pero llegó un momento en que me di cuenta de que tendrían que maquillarme con rodillo el día de la boda para tapar las ojeras que se me estaban formando si no bajaba un poco el ritmo... así que tuve que prescindir de algunas actividades... aún así, ha merecido la pena... la boda fue perfecta y ahora que ya hemos vuelto del viaje y estamos un poquito más asentados, espero poder retomar el blog con el ritmo de antes... además Carlos tiene cámara nueva, así que tendrá que practicar mucho!!!
Volvemos con una receta que teníamos preparada desde hace tiempo pero que no habíamos tenido ocasión de presentar. La receta la saqué de un libro que compré un día en Cooking (ya os he hablado otras veces de esta tienda). El libro se llama Quichés y tartaletas, de la editorial Blume.
Yo soy una apasionada de las quichés... me parece un plato muy socorrido, y en mi congelador siempre hay masa quebrada dispuesta a recibir cualquier cosa que haya por la nevera... El libro me llamó la atención porque presentaba algunas ideas innovadoras para mí, en lo que a este plato se refiere.
En realidad, más que una quiché a m me recordaba más a una especie de tortilla de patata... pero estaba muy rica...
INGREDIENTES
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ELABORACIÓN
Forrar con la lámina de masa un molde desmoldable.
Pelar las patatas y cortarla en rodajas pequeñas. Derretir la mantequilla y el aceite en una sartén y añadir el ajo y las patatas. Se tapa y se deja cocer unos 5 minutos a fuego lento. Se retiran las patatas con una espumadera y las dejamos escurrir.
Añadimos los puerros a la sartén y los pochamos hasta que estén blanditos y reservamos.
Cocer las espinacas en una cazuela. Se escurren y las extendemos sobre papel de cocina para que pierdan todo el agua posible.
Precalentar el horno a 180ºC. Si queremos un resultado mejor horneamos primero la masa quebrada durante 15 min con peso encima y otros 15 sin peso. (Yo muchas veces me salto este paso y horneo la masa y el relleno todo de una vez).
Repartir el queso en el fondo del molde y extender la mitad de las patatas por encima, luego la mitad de las espinacas y después la mitad de los puerros. Volver a repetir las tres capas.
Batir los huevos, la nata y la leche y verter sobre el molde.